INTERNO PRESENTE

Otrora vida de tiempos
que se erguían ostentosos
como castillos de naipes
en sus momentos añejos,
el silente paso del tiempo
con su roer mohoso
cubrio hasta estos días
lo que una vez fue hermoso,
sin pestañear ni olvido
ahora se contempla
en el recuerdo
lo que la vida fue
en un tiempo vivido,
más no es pesar
cargando ladrillo
porque de aquellas épocas
solo queda lo aprendido,
aún se les reconoce
a esos tiempos transcurridos
el brillo y la esencia del niño
de inocencias y de acertijos,
que con la madurez de un árbol
con los años ya crecido
aquellos castillos del recuerdo
fueron mudos testigos
de lo que ahora se es
un poco mas envejecido
pero sin perder a aquel niño
que aún mora intranquilo.


Autor: Ramón Morales - Derechos Reservados - Propiedad Intelectual 2012 - Caracas - Venezuela

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